Caperucita roja

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Caperucita roja es un cuento tradicional infantil escrito por Perrault. Este escritor fue el primero que recogió este cuento de la transmisión oral de gran parte de Europa. Se trata de una niña que vivía con su mamá en el bosque y va ha visitar a su abuela pero por el camino de su casa a la casa de la anciana tiene varios problemas. El nombre de la niña es porque su mamá le hizo una capa roja.


Contenido[editar | editar código]

1- Resumen del cuento que primero escuche. 2- Otras versiones de cuento.


Resumen del cuento[editar | editar código]

Se trata de una niña que vivía con su madre en el bosque. Su mamá le pidió un día que fuera a llevarle a su abuela una canasta de alimentos. Le dijo que por el camino no hablara con personas desconocidas. La niña salió de la cabaña y fue caminado por el bosque mientras juntaba flores para su abuelita y se encontró con el lobo. Este le preguntó ¿a dónde vas niña? Le respondió a la casa de mi abuela ha llevar estos alimentos. El lobo le dijo toma este camino que es mas corto pero le estaba mintiendo. La Caperucita Roja tomó el camino más largo y el lobo el más corto. El lobo llegó primero y encerró a la abuelita en el armario y se puso su ropa. Caperucita llegó y saludó a su abuela y le dijo ¿qué ojos tan grande? le contesto son para verte mejor. Luego le dijo ¿qué boca tan grande tienes? Es para comerte. Caperucita comenzó ha sospechar y se dio cuenta que el lobo se había vestido de la abuelita. Justo pasaba por allí un cazador y la niña comenzó a gritar porque tenía miedo entonces el cazador se acercó y lo vio el lobo que huyo. El salvador se llevó a la abuela y a su nieta comieron los alimentos y vivieron felices.


Otras versiones [editar | editar código]

Ilustración en óleo de Carl Larsson

De Gianni Rodari

Érase una vez una niña que se llamaba caperucita amarilla. ¡No roja! ¡Ah!, roja ve a la casa de la tía Dimirá a llevarle esta piel patata. Novel a la casa de la abuelita a llevarle este pastel. Bien. La niña se fue al bosque y se encontró con una jirafa. ¡Que lío! Se encontró con el lobo, no con una jirafa. Y el lobo le preguntó:¿cuántas son seis por ocho? ¡Que va! El lobo le preguntó ¿A dónde vas? Tienes razón y caperucita negra respondió ¡Era caperucita roja roja roja! Si y respondió voy al mercado a comprar salsa de tomate. ¡Que va! Voy a casa de la abuelita, que esta enferma, pero no recuerdo el camino. Exacto y el caballo le dijo…. ¿Que caballo? era un lobo Seguro y dijo toma el tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de la Catedral, tuerce a la derecha y encontrarás tres peldaños y una moneda en el suelo, deja los tres peldaños, recoge la moneda y cómprate un chicle. Tú no sabes explicar cuentos en absoluto, abuelo .los enredas a todos .pero no importa ¿me compras un chicle? Bueno toma una moneda. El abuelo siguió leyendo el periódico


De Roal Dalh (verso para niños perversos)

Estando una mañana haciendo el bobo Le entró un hambre espantoso al señor lobo Así que, para echarse algo a la muela, Se fue corriendo a casa de la abuela ¿Puedo pasar señora?, preguntó La pobre anciana al verlo se asustó Pensando;¡este me come de un bocado! Y, claro no se había equivocado: Se convirtió la abuela en un alimento En menos tiempo del que aquí te cuento. Lo malo es que era flaca y tan huesuda Que el lobo no le fue de gran ayuda. Sigo teniendo un hambre aterradora ….. ¡Tendré que merendar otra señora! Y al no encontrar ninguna en la nevera Gruño con impaciencia aquella fiera: ¡Esperare sentado hasta que vuelva Caperucita roja de la selva! Que aquí llamaba al bosque la alimaña Creyéndose en Brasil y no en España Y porque no se viera su fiereza Se disfrazo de abuela con presteza Se dio laca en la uñas y en el pelo, Se puso la gran falda gris de vuelo, Zapatos, sombrerito, una chaqueta Y se sentó en espera de la nieta Llegó por fin capero al mediodía Y dijo:¿cómo estas abuela mía? Por cierto ¡me impresionan tus orejas! Para mejor oírte, que las viejas Somos un poco sordas ¡abuelita Que ojos tan grandes que tienes! ¡Claro hijita son las lentillas nuevas que me ha puesto Para que pueda a ver a Don Ernesto El oculista, dijo el animal Mirándola con gesto angelical Mientras se le ocurría que la chica Iba a saberle mil veces más rica Que el rancho precedente. De repente, Caperucita dijo ¡qué impotente Abrigo de piel llevas este invierno! El lobo, estupefacto dijo ¡un cuerno! O sabes el cuento o tu mientes. ¡Ahora te toca hablarme de mis dientes! ¿Me estas tomando el pelo?......oye mocosa

Te comeré ahora mismo y a otra cosa 

Pero ella se sentó en un canapé

Y se sacó un revolver del corsé
 Con calma apuntó bien a la cabeza 

Y ¡PAM! Allí cayó la buena pieza Al poco tiempo vi. A caperucita Cruzando por el bosque….¡pobrecita! ¿Sabéis lo que llevaba la infeliz Pues nada menos que un sobre feliz Que a mi me pareció de piel de un lobo Que estuvo una mañana haciendo el bono